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En este trabajo de Paco Sánchez, una autentica Bienal sobre un tablao de
imágenes, hay disciplina, hay educación estética, hay buen ojo y dedos
seguros.
Su trayectoria representa una doble paradoja: llevó la luz de la música a la
cámara oscura de una emisora de radio; trasladó la musicalidad del cante el
toque y el baile flamenco a la quietud del laboratorio fotográfico. Este
doble alarde demuestra que nos han educado muy mal en los sentidos,
separados en compartimentos estancos, una segregación rematada con esa
estupidez de que una imagen vale más que mil palabras.¿Alguien ha medido las
imágenes que encierra una palabra?¿O ha descubierto los colores de una
bulería?. A estas y otras preguntas responde Paco Sánchez con un cartel que
Pulpón daría por muy bien elegido.
Del libro Nueva Savia del Flamenco
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