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Fotografiar a los demás plantea el reto de olvidarse más…. O….. menos de
uno mismo. Vemos mundos fotografíados que nos cuentan mucho de quien hizo la
foto y que dicen poco de la víctima que atrapa la cámara. En estos casos el
retrato es una excusa para que se retrate quien decide el encuentro
autor-modelo . Otras ocasiones, las más frecuentes, los fotografías de los
personajes solo sirven para que sepamos menos de ambos. La tercera opción
retira al fotógrafo de escena y amplia la mirada del sujeto fotografiado.
Este es el mundo que Paco Sanchez nos ofrece: bailaoras, guitarristas,
cantaores y la farándula extendida que el mundo del flamenco ha originado y
que está poblada por escritoras, gestores, políticas, intermediarios de un
negocio en el que el pellizco existe. El universo que desde atrás y con
cautela facilita el fotógrafo, acerca aqui la mirada a la riqueza compleja ,
paradójica, exultante, auténtica de los autores y de los actores del
flamenco. Un aplauso. |
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