|
En un principio fue la voz
Así fue realmente. Conocí a Paco Sánchez en la radio, hace años. Me
fascinaba su programa de radio, que nos enseño a toda una generación lo que
era el blues y el rock.
El Show de Paco Sánchez. Un programa legendario.
Conocí su voz y nunca me extrañó que se dedicara como afición apasionante a
la fotografía. Es muy sencillo si observamos sus fotos. Es un conversador
perfecto, que maneja matices y que sabe dirigir sin presión al entrevistado
para realizar la foto. Su voz es una herramienta indispensable para
conseguir romper el hielo de cualquiera que se sienta intimidado por una
cámara.
Creo que los buenos retratistas deben llegar antes con su voz que con la
cámara. El retrato es un género difícil que necesita echar mano de mucha
psicología y buenas maneras y en esto Paco Sánchez alcanza su culmen. Sus
fotografiados irradian cercanía, nos enseña con son en lo cotidiano y
procura, como los grandes maestros, acercarse al detalle y que lo superfluo
no esté presente.
Una musicalidad extraña tiene su obra, sobre todo en la que marca los
detalles, jugando con el lenguaje del color y de las formas, acercándonos a
la sinfonía del flamenco, la mano estirada, la cintura emergente, la fijeza
de unos dedos, una mirada por la esquina del encuadre.
Su obra ya alcanza un nivel que en el futuro, también en el presente,
cualquier estudioso del flamenco o aficionado, tendrá obligatoriamente que
sumergirse en su obra para entender un arte difícil.
Paco Sánchez, con su cámara nos está contando quienes será los protagonistas
de un flamenco del mañana. La lucidez es verlo antes de que pase. |
|
|