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La fotografía ha supuesto siempre una poderosa razón de ser para que
esta luz que nos ciega los ojos que es el flamenco, quede adherida en los
pliegues más profundos de nuestra sensibilidad a través del recogimiento
silencioso de las imágenes.Pero hay que estar en posesión de un fino sentido
y una honda delicadeza para captar el momento de irrepetibles planos y
secuencias que sean capaces de recoger su más profunda esencialidad. He ahí
el misterio. Paco Sánchez lo demuestra con creces en el día a día dejando la
inconfundible huella de su genio en la captación de ese instante sublime del
artista, que en su desborde pasional revela los más hondos sentimientos que
afloran desde ese lugar impreciso donde cohabitan la luz y la oscura raíz
del grito que decía Lorca.
Desde que contemplé sus primeras fotografías, intuí en él una sutil e
intransferible capacidad receptiva para dejarse traspasar por entero de la
magia y el misterio que encierra nuestro Arte. |
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